Cómo la inteligencia artificial está transformando el peritaje de seguros
La inteligencia artificial está cambiando radicalmente la forma en que los peritos realizan su trabajo, desde la estimación inicial de daños hasta la detección de fraudes.
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha pasado de ser una tecnología emergente a convertirse en una herramienta esencial para el sector de los seguros. Para los peritos, esta revolución tecnológica está transformando la manera en que realizan su trabajo diario, aportando mayor precisión, eficiencia y objetividad.
Estimación automatizada de daños
Uno de los avances más significativos es la capacidad de la IA para analizar imágenes y hacer estimaciones preliminares de daños. En el caso de vehículos, por ejemplo, los algoritmos de visión por computadora pueden identificar arañazos, abolladuras y otros daños a partir de fotografías, estimando el coste de reparación con un nivel de precisión cada vez mayor.
Detección de fraude avanzada
La IA también está revolucionando la detección de fraudes en seguros. Los sistemas basados en machine learning pueden analizar patrones en miles de reclamaciones previas para identificar indicadores de posible fraude que podrían pasar desapercibidos para un perito. Estos sistemas pueden detectar inconsistencias en la documentación, patrones sospechosos en múltiples reclamaciones o identificar relaciones entre diferentes partes implicadas.
Optimización de rutas y gestión de tiempo
Para los peritos que realizan múltiples inspecciones al día, la IA ofrece herramientas de optimización de rutas que tienen en cuenta factores como la ubicación de cada siniestro, las condiciones de tráfico en tiempo real y los horarios de disponibilidad. Esto permite maximizar el número de inspecciones diarias y reducir significativamente el tiempo de desplazamiento.
El futuro del peritaje: colaboración humano-máquina
A pesar de estos avances, el papel del perito humano sigue siendo fundamental. La IA actúa como un asistente que agiliza tareas repetitivas, procesa grandes volúmenes de datos y proporciona análisis preliminares, pero la evaluación final, el criterio profesional y la comunicación con los asegurados siguen requiriendo la experiencia y empatía del perito.
El futuro del sector apunta hacia un modelo de colaboración en el que los peritos se apoyan en herramientas de IA para mejorar su productividad y precisión, centrándose en aportar valor en aquellos aspectos donde la experiencia humana es insustituible.