Los 10 errores más comunes en la valoración de daños

Por Elena Martínez, Perito senior

La precisión en la valoración de daños es fundamental en el trabajo del perito de seguros. Un error en este proceso puede tener consecuencias significativas tanto para el asegurado como para la compañía. A lo largo de mis 15 años de experiencia, he identificado patrones recurrentes que llevan a estimaciones incorrectas. En este artículo, analizamos los diez errores más frecuentes y cómo evitarlos.

1. Inspección superficial del siniestro

Quizás el error más básico y, sin embargo, sorprendentemente común es realizar una inspección apresurada o incompleta del siniestro. La presión por completar múltiples visitas en un día puede llevar a pasar por alto daños que no son evidentes a primera vista.

Cómo evitarlo: Establece un protocolo sistemático de inspección que cubra todos los aspectos relevantes según el tipo de siniestro. Utiliza listas de verificación específicas para cada tipo de peritaje y reserva el tiempo adecuado para cada visita.

2. Documentación fotográfica insuficiente

Las fotografías son la evidencia principal que respalda tu valoración, pero muchos peritos no documentan adecuadamente todos los ángulos y detalles necesarios, o toman imágenes de baja calidad que no permiten apreciar la magnitud real de los daños.

Cómo evitarlo: Documenta fotográficamente el siniestro de forma exhaustiva, incluyendo planos generales, detalles de cada daño, y elementos circundantes relevantes. Asegúrate de que las imágenes tengan buena iluminación y resolución adecuada. Organiza las fotografías de manera sistemática en tu informe.

3. No considerar daños ocultos o consecuenciales

Centrarse únicamente en el daño visible e inmediato sin considerar posibles daños ocultos o consecuencias a medio plazo es un error que puede llevar a infravalorar significativamente un siniestro.

Cómo evitarlo: Desarrolla una mentalidad investigativa que vaya más allá de lo evidente. Pregúntate: "¿Qué daños podrían no ser visibles ahora pero manifestarse más adelante?" En siniestros complejos como daños por agua o estructurales, considera la posibilidad de solicitar pruebas específicas o la opinión de especialistas.

4. Aplicación incorrecta de la depreciación

La determinación de la depreciación a aplicar en bienes usados suele ser uno de los aspectos más subjetivos del proceso de valoración, y frecuentemente se cometen errores tanto por exceso como por defecto.

Cómo evitarlo: Utiliza tablas de depreciación estandarizadas y actualizadas para diferentes categorías de bienes. Documenta claramente los criterios utilizados para determinar la antigüedad y estado de conservación. Mantente informado sobre los valores de mercado actuales.

5. Errores de medición

Las imprecisiones en la medición de superficies, volúmenes o cantidades pueden tener un impacto directo en la valoración económica final, especialmente en siniestros que afectan a elementos constructivos.

Cómo evitarlo: Utiliza herramientas de medición adecuadas y calibradas. En casos complejos, considera el uso de tecnologías como escáneres láser o drones. Verifica tus mediciones al menos dos veces y, cuando sea posible, compáralas con planos o documentación existente.

6. No adaptar los criterios de valoración al tipo de póliza

Cada póliza establece condiciones específicas para la valoración de daños (valor real, valor de nuevo, primer riesgo, etc.). Aplicar criterios generales sin considerar las particularidades del contrato es un error frecuente.

Cómo evitarlo: Estudia detenidamente las condiciones de la póliza antes de realizar la valoración. En caso de duda, consulta con la compañía para aclarar aspectos específicos. Explica en tu informe cómo has aplicado los criterios de valoración según lo establecido en la póliza.

7. Desconocimiento técnico en áreas específicas

Los peritos generalistas a menudo se enfrentan a siniestros que requieren conocimientos técnicos específicos en áreas como electrónica, mecánica avanzada o sistemas constructivos especiales.

Cómo evitarlo: Reconoce tus limitaciones y no dudes en solicitar la colaboración de especialistas cuando sea necesario. Mantente actualizado mediante formación continua en diferentes áreas técnicas. Desarrolla una red de contactos profesionales a los que puedas consultar.

8. Desactualización de precios de mercado

Los costes de materiales, mano de obra y reposición de bienes fluctúan constantemente. Basar valoraciones en precios desactualizados o estimaciones genéricas lleva a desviaciones importantes.

Cómo evitarlo: Mantén bases de datos actualizadas de precios de materiales y servicios, o utiliza aplicaciones especializadas que ofrezcan esta información en tiempo real. Solicita presupuestos reales para reparaciones o reposiciones en casos significativos.

9. No documentar adecuadamente las causas y circunstancias

Centrarse exclusivamente en la valoración económica sin investigar y documentar adecuadamente las causas y circunstancias del siniestro puede llevar a problemas en la cobertura y en posibles reclamaciones posteriores.

Cómo evitarlo: Dedica tiempo a investigar y analizar las causas del siniestro. Documenta tus conclusiones con evidencias. Recoge testimonios de testigos cuando sea relevante y contrasta la información proporcionada por el asegurado con la evidencia física.

10. Informe pericial incompleto o impreciso

Finalmente, un informe pericial que no refleje claramente todos los aspectos relevantes del siniestro, la metodología utilizada y las conclusiones, puede invalidar incluso el mejor trabajo de campo.

Cómo evitarlo: Estructura tus informes de manera clara y completa, siguiendo un formato estandarizado. Incluye toda la documentación relevante, especialmente fotografías y mediciones. Revisa minuciosamente el informe antes de enviarlo, prestando especial atención a la coherencia entre tus conclusiones y la evidencia presentada.

Conclusión

La valoración de daños es tanto una ciencia como un arte que requiere experiencia, conocimiento técnico y atención al detalle. Ser consciente de estos errores comunes y aplicar sistemáticamente las medidas preventivas propuestas contribuirá significativamente a mejorar la calidad de tu trabajo como perito, beneficiando tanto a las compañías aseguradoras como a los asegurados.

La formación continua y la autocrítica son herramientas fundamentales para evitar caer en estos errores. Recuerda que cada peritaje es una oportunidad para mejorar y perfeccionar tus métodos.